¿La competencia está muerta?

La tecnología cambiante y las nuevas regulaciones exponen a las organizaciones con carrera internacional.

·         Las organizaciones están envueltas enredes complejas.

·         El número de alianzas corporativas está aumentando

·         La competencia tradicional ya no existe.

El entusiasmo, la inventiva y la iniciativa, el espíritu emprendedor, la disposición a correr riesgos, son atributos indispensables que deben de poseer los emprendedores y empresarios, pero se hace necesario complementarlos, simplemente porque las cosas han cambiado. La formación y el conocimiento se van haciendo también indispensables, e incluso así, lamentablemente no existe garantía de éxito.

De ésta manera, y ante semejante escenario, empresa y estrategia se dan de la mano. El futuro se hace cada vez más incierto, de modo que todo lo que pueda hacerse para prevenir los posibles impactos, sobre todo negativos, no debe verse como banal, innecesario o superfluo, porque simplemente se puede pagar caro.

Por ejemplo, la quiebra de la marca KODAK. 

La causa parece estar relacionada con el estancamiento en su capacidad innovadora. Kodak afrontó un problema común: su modelo principal de negocio se basaba en una tecnología llamada a desaparecer, y transformarse súbitamente al mundo digital suponía renunciar a la principal fuente de ingresos. Durante los años ochenta la empresa aplicó el evangelio que dictaban los gurúes del management de entonces: aprovechar las ventajas comparativas, por lo que se enfocó en explotar a fondo sus fortalezas -la química, la óptica y las tecnologías de cine-. Entretanto, puso tímidamente un pie en la nueva era con la producción de cámaras digitales. Pero no logró hacerse competitiva en este nuevo mundo.

Y ERA DE ESPERARSE, PUES NINGUNA EMPRESA PUEDE TRANSITAR SOLO BAJO EL CONSTANTE ATAQUE DE LOS COMPETIDORES INTERNACIONALES, LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS Y LAS NUEVAS REGULACIONES, SIN RESPUESTA A LOS CAMBIOS QUE SE PRESENTAN, SIN ESTRATEGIAS NI DISEÑOS ESTABLECIDOS.

Las empresas ahora tienen que evolucionar en conjunto con otras en el ecosistema para que todas resulten fortalecidas; por medio de visiones compartidas, alianzas y el manejo de relaciones complejas.

Este es un ejemplo de la complejidad de un ecosistema al presentar infinidad de relaciones en que participaban las empresas en 1999.

Ninguna compañía puede estar sola bajo el constante ataque de los competidores internacionales, la tecnología cambiante y las nuevas regulaciones.  La alianza con los competidores influencian el comportamiento organizacional competitivo de diferentes formas.